Con nuestro habitual olfato a la hora de buscar noticias, era normal que el último hallazgo haya sido el inclasificable reloj digital con sensor de aromas y emisor de notificaciones inalámbricas Hourglass Device (ya se puede respirar).
Por fin alguien ha pensado en solucionar las verdaderas necesidades básicas diarias. El Hourglass es el aparato definitivo. Gracias a su sensor, percibe los olores que se desprenden de la cocina, y mediante conexión inalámbrica, envía notificaciones a los smartphones especificados, y así nos avisa de lo que se está cocinando, cuando va a estar preparada la comida, e incluso alerta al cocinero de que la comida se está quemando.
No puedo evitar dejar una serie de preguntas sin respuesta en el aire (espero que no huelan):
- ¿Hasta donde alcanza la exactitud del aparato en cuestión?
- ¿A que huelen las cosas que no huelen?
- Ya me imagino las bromas en casa, al situar el Hourglass en el baño, ¿avisaría de su posición con un: “aquí huele a muerto”?
- ¿Es capaz de oler a chamusquina?, y por cierto, ¿qué es la chamusquina?
- ¿Sería capaz de reconocer con precisión sucia, digo suiza, el perfume de vulva original?
Tiene narices que un aparato semejante sea capaz de percibir olores mejor que un humano. Yo personalmente, carezco de ese superpoder. Me huele a que va a tener éxito, ¿o no?